El mar no tiene caminos, el mar es sin explicación. 
El mar se rebela contra mis obstinados intentos de comprenderlo. 
No había pensado que podría ser tan difícil permanecer frente a él. 
Y deambulo sin encontrar el comienzo de lo que busco, la entrada a alguna respuesta.
¿Dónde comienza el fin del mar? 
O incluso: ¿qué decimos cuando decimos: MAR? 
¿Digamos el monstruo inmenso capaz de devorar cualquier cosa, o esa ola que hace espuma alrededor de nuestros pies? 
 ¿El agua que puedes sostener en el hueco de tu mano o el abismo que nadie puede ver?
 ¿Decimos todo en una palabra o escondemos todo en una palabra? 
Estoy aquí, a un paso del mar, y no puedo ni entender dónde está. 
El mar. 
El mar.
Una vez que hayas dibujado los ojos, colócalos alrededor de ese punto de partida. 
Casi se puede evitar mirar a la modelo, todo viene solo, la boca, la curva del cuello, hasta las manos... 
Pero lo fundamental es empezar por los ojos, ¿entiendes? 
y aquí está el verdadero problema, el problema que me vuelve loco, es exactamente aquí:.... 
El problema es: ¿dónde diablos están los ojos del mar? 
Nunca seré capaz de hacer nada hasta que lo descubra, porque ese es el principio, ¿sabes? 
Y hasta que entienda dónde está, seguiré pasando mis días mirando esta maldita extensión de agua... 
Esta es la pregunta: ¿dónde comienza el mar? 
¿Dónde tiene el mar sus ojos? 
-Los barcos son los ojos del mar. 
Pero hay cientos de barcos...
-Tiene cientos de ojos, él. No quieres que me apresure con dos. 
Realmente. Con todo el trabajo que tiene. Y grande como es. 
¿Y los naufragios? Las tormentas, los tifones, todas esas cosas ahí... 
¿Por qué diablos se tragaría esos barcos, si son sus ojos? 
-Pero tú… ¿Nunca cierras los ojos? 
de "Oceano Mare" de Baricco
 
        