¿Quién no sueña con un viaje a las Maldivas? Islas de una belleza impresionante, destino perfecto para unas vacaciones que combinen relax y naturaleza. La mejor manera de visitar este paraíso terrenal es un crucero en catamarán, para disfrutar del mar, la tranquilidad, la relajación y la naturaleza reinante.
Unas vacaciones inolvidables entre aguas cristalinas, fondos de rara belleza y suave arena blanca, que no pierde de vista la diversión.
¡Navegar entre atolones encantados, nadar entre peces tropicales de todos los colores y ver el arrecife de coral es una experiencia increíble!
De Hummalé a Fulidhoo. Un itinerario por las maravillas de los mares del sur.
Llegar a las Maldivas es como entrar en el paraíso. Un paraíso de arenas blancas y aguas cristalinas donde la naturaleza reina sin oposición. Las vistas que se pueden admirar durante la navegación son realmente impresionantes.
Una vez en Hummalé se puede embarcar en la aventura de toda una vida!
Navegando hacia el atolón Malé Sur se puede llegar a Velassaru donde tener el primer impacto con el paraíso terrestre! Mar transparente y suave arena blanca bordean el pequeño atolón exuberante. Aquí podrá hacer snorkel para admirar el arrecife de coral.
No muy lejos, a poca distancia, el Jumera Sand Bank es un espectáculo para los ojos. Un banco de arena blanca que emerge del mar turquesa donde se puede bucear, tomar el sol y nadar entre los corales.
Como siguiente parada se puede hacer vela por Toremaura, un pequeño atolón donde se puede admirar la variedad de la fauna de estos mares. Peces de todos los colores pueblan sus aguas y podrás bañarte entre ellos.
No te pierdas Dolphin Lagoon, donde podrás experimentar la natación entre los delfines, una verdadera emoción!
¡Pero Maldivas no es solo delfines y peces tropicales! Al llegar a Vasugiri será posible nadar entre las tortugas marinas. ¡Un verdadero espectáculo para los ojos y una experiencia inolvidable! Por no hablar de su rico arrecife de coral rico y poblado por una colorida fauna.
Siguiente parada, a la que se puede llegar en un corto viaje, es el atolón de Fulidhoo, famoso por las rayas que pueblan su mar con las que será posible nadar.
De Budhomora a Hummalé, un rincón del paraíso entre corales y tiburones.
Con una veleggiata di circa 4 ore si può arrivare a Budhomora, approdo famoso per lo snorkeling. E’ un’isola chiusa all’interno di una laguna dove si accede solo in catamarano. Le sue acque pullulano di pesci tropicali tutti da ammirare.
L’isola di Thinadoo, bordata da una spiaggia bianchissima, consente piacevoli passeggiate e una interessante esplorazione del suo interno tra le palme rigogliose che arrivano al mare.
Da non perdere la barriera corallina vicino ad Alimatha, con i suoi reef popolati da una fauna ricca e variegata.
Ma Maldive vuol dire anche squali! E per i più audaci sarà possibile, arrivati all’atollo di Malè Sud, provare l’ebbrezza di nuotare in mezzo a loro!
L’isola di Ghulì può essere facilmente raggiunta da Malè sud e lì sarà possibile passeggiare sulla spiaggia e cenare nei locali tipici.
Da non perdere, alla fine del giro, lo snorkeling nei mari di Kadouiygiri, dove oltre a pesci variopinti e alle mante sarà possibile ammirare le murene.
Insomma, un vero paradiso in cui passare una vacanza immersi nella natura, all’insegna del relax e del divertimento.
