CRUCERO DE VELA EN CERDEÑA DEL NORTE, ITALIA

Navegar entre las islas del Norte de Cerdeña significa sumergirse en uno de los tramos de mar más fascinantes del Mediterráneo. El corazón de esta zona es el Archipiélago de La Maddalena, un paraíso natural de aguas cristalinas, calas escondidas e islas de granito esculpidas por el viento. Caprera es su alma vibrante: una isla salvaje y verde, donde calas como Cala Coticcio, comparada con Tahití por sus colores caribeños, acogen al navegante en un entorno protegido y silencioso, donde el matorral mediterráneo se mezcla con las rocas modeladas por el viento. Un paseo por el interior de la isla conduce al Compendio Garibaldino, la residencia histórica del Héroe de los Dos Mundos, inmersa en una atmósfera atemporal. Budelli cautiva con su legendaria Playa Rosa, hoy protegida, y con las Piscinas Naturales, una laguna de colores irreales donde el agua está inmóvil y clara como el cristal. Muy cerca, Spargi ofrece lugares inolvidables como Cala Corsara, enmarcada por formaciones rocosas y fondos marinos ideales para nadar o hacer esnórquel. Al cruzar el Estrecho de Bonifacio, se abre el paso hacia Córcega. Con el viento adecuado, la entrada a la rada natural de Bonifacio es un espectáculo impresionante: los acantilados de piedra caliza se elevan abruptamente sobre el mar y la ciudadela domina el horizonte con sus antiguas murallas. Tras una parada en Córcega, el rumbo lleva a la Isla de Santa María, silenciosa y poco frecuentada. Allí se encuentra el faro de Punta Filetto, que ofrece una vista panorámica inigualable, mientras la amplia cala de arena invita a fondear y descansar. La Isla de La Maddalena cierra el recorrido con su animado casco histórico, perfecto para un paseo después de días en el mar, y con calas como Cala Francese, donde la paz de la naturaleza acompaña los últimos momentos de navegación en este rincón incontaminado de Cerdeña.